domingo, 8 de marzo de 2020

Maltés- Única lengua semítica de Europa










                                                 Lenguas semíticas 

La región tradicional de las lenguas semíticas es el Asia Occidental, en particular, Arabia, Mesopotamia y Siria-Palestina.

Aparte de Arabia el Fértil Creciente y Etiopía también el habla semita se ha difundido fuera de estas regiones en virtud de la emigración o la conquista. 

La penetración de los árabes en el norte de Africa y en las islas del Océano Indico; los asirios en Anatolia; o los fenicios por las costas e islas del mediterráneo. 

El fenicio fue usado incluso en Karatepe, Cilicia, donde el autor de las inscripciones reales parece haber estado acostumbrado al uso del fenicio para propósitos lapidarios. El arameo ganó una difusión espectacular como lingua franca desde Afganistán a Egipto. 


                 El  maltés, la única lengua semítica de Europa 


Se trata de un idioma muy especial y particular, y es el único idioma oficial de un país de la Unión Europea que proviene del árabe. De hecho, es el último superviviente de los dialectos árabes que se hablaban en España y Sicilia en la Edad Media y es la única lengua semítica en el mundo que emplea el alfabeto latino.




El maltés es una lengua totalmente diferente de los demás países que le rodean: Italia, Túnez y Libia, los países balcánicos, (Grecia, Albania, y la ex Yugoslavia). En realidad proviene del árabe dialectal magrebí con muchas palabras incorporadas del italiano y del inglés, así como de otras lenguas antiguas y modernas, incluido el castellano,(de la época de los Caballeros de Malta), y el catalán, (de los siglos en los que fue parte de la corona de Aragón y por la emigración de menorquines en el siglo XVIII y XIX). Es evidente que comparte además con el catalán y el castellano muchisimas palabras "mediterráneas", como el nombre del delicioso pescado de otoño, la "llampuga", en maltés "lampuka". En realidad, el maltés tiene una estructura de lengua semítica, sobre todo en su morfosintaxis.

Las palabras se forman con raíces generalmente trilíteras, como el árabe literal o clásico, pero se acerca mucho a la del árabe dialectal 
hablado en la vecina costa tunecina, ( a unos 200 kms al otro lado del mar, como dista Alicante de la vecina costa argelina de Ténès). 
Magrebíes y malteses se entienden con cierta dificultad, por que el maltés ha asimilado muchísimas palabras nuevas, en una evolución autóctona de casi IX siglos, (como el castellano de los judíos desterrados de España), que ha evolucionado de forma autóctona, en Marruecos y en el Imperio Otomano, sin el continuo lazo lingüístico que ha unificado casi totalmente el español peninsular y el americano).

Por eso el maltés, que puede calificarse de lengua semítica o de orígen árabe, reclama con razón una singular originalidad. 

De las lenguas semíticas el maltés se distingue además por escribirse en letras latinas, como su vecina la lengua italiana. 

En realidad el maltés fue durante muchos siglos lengua oral, de literatos, que sólo sabían escribir en italiano o en inglés, las lenguas oficiales y cultas del país.

La escritura del maltés, anárquica, no se empezó a normalizar hasta principios de este siglo. En 1934 se adoptó oficialmente la escritura normativizada actual, curiosamente muy pocos años después de que el turco adoptara la escritura latina y que las diversas hablas catalanas, valencianas, y baleáricas unificaran su sistema de escritura en Castellón (1932).

Sea como cualquiera de los tres casos se trataba de un acto de política cultural, para preservar una lengua debilitada por el hecho de ser eminentemente oral y cuya escritura se quería facilitar para llegar a ser lengua de cultura y de expresión escrita de un pueblo. Actualmente, el maltés es co-oficial con el inglés, tiene su prensa y publicaciones propias y figura en todas las inscripciones bilingüe, (rótulos de las calles, avisos oficiales y privados, etc).

Sobre el orígen del maltés, las opiniones difieren apasionadamente, en Malta. A pesar de sus relaciones muy antiguas con el italiano, lengua oficial de las islas al menos desde el siglo XVI, (con los Caballeros de San Juan de Jerusalén o de Malta), y la lengua de las instituciones católicas, de gran influencia cultural en el país, ("según la leyenda, los malteses son ciento por ciento católicos"), es evidente que el maltés difiere muy sustancialmente de los dialectos italianos o neolatinos de sus vecinos del norte. 

Pero reconocer que viene del árabe, lengua de los musulmanes, de los seculares enemigos de Malta en el mediterráneo, siempre ha parecido inaceptable para muchos sectores culturales malteses. A pesar de las evidencias científicas, singularmente demostradas por el gran lingüista maltés profesor Joseph Aquilina, muchos han buscado otros orígenes semíticos en Oriente Medio o en la vecina Cartago. La corriente que podemos llamar "púnica" o "fenicia" quiere encontrar el orígen del maltés en una lengua semítica de la costa sirio-libanesa-palestina, sea el hebreo o el fenicio. Se entroncaría con el púnico norteafricano, hablado en el Magreb actual en tiempos del predominio cartaginés.

El púnico ha dejado, por otra parte, numerosas inscripciones en el archipiélago maltés, singularmente una preciosa estela bilingüe. El propio profesor Aquilina ha encontrado algunas palabras de posible orígen púnico y hasta fenicio o hebreo, en el maltés. Pero rechaza categóricamente que en esta lengua haya otro elemento estructurante diferente y anterior al árabe magrebí medieval, que barrió todo elemento lingüístico precedente, como probablemente el latín había eliminado las lenguas anteriores, fueran el púnico, el griego u otra lengua prehistórica local. ¿ Por qué desapareció el latín y dominó tan totalmente el árabe en el archipiélago maltés, a diferencia de la vecina Sicilia, donde más de dos siglos de presencia musulmana no consiguió enraizar el árabe? El profesor Aquilina contesta tajantemente: "Por que Malta y Gozo son pequeñas y fueron conquistadas antes que Sicilia por una población magrebí árabe hablante, que dominó todo el territorio isleño, política , demográfica y lingüísticamente".

Siglo y medio después de la conquista cristiana de 1090, en 1240, de una población de 1119 familias, 830 eran "sarracenos", es decir, musulmanes, 250 cristianos y 33 judíos, pero todos hablarían, como ahora, el maltés, derivado del árabe. Si esta lengua rediviva y actualmente en pleno florecimiento normalizado, no ha podido ser desterrada nunca, ha pesar de no haber sido durante siglos la lengua de las autoridades, de origen foráneo, menos lo será ahora, cuando es lengua nacional de la República de Malta independiente. 








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